jueves, 24 de marzo de 2016

Ya vienen llegando

 
Lo más cercano a estos años en Cuba son los inicios de los sesenta, cuando los cambios ocurrían más rápido que nuestra capacidad de asimilarlos. Y tenemos una segunda invasión yanqui, solo que con Google y Paypal en la delantera.

El país se mueve con rapidez hacia un lugar incierto. Lo seguimos con movimiento zombie solo por la certeza de que éste tampoco es nuestro lugar, no es el país que queremos. Las preocupaciones comienzan cuando los adversarios de siempre soplan nuestras velas, nos dan impulso. Y no queda más remedio que emprender la travesía porque no hay puerto seguro a dónde regresar.

El día que llegó Obama a Cuba, el panadero me despertó cantando una canción antes proscrita de la radio, no de las casas cubanas. La visita del presidente estadounidense, Barack Obama, comenzaba con Willy Chirino de banda sonora y un sol tremendo.

En cuestión de horas se nubló el cielo, un rayo cruzó las nubes y el Air Force One aterrizó en Boyeros. Según la religión afrocubana, la lluvia es un buen presagio que barre la mala suerte, quizás no llovió lo suficiente. Si hubiera bajado Harrison Ford por la escalerilla hubiéramos estado más preparados, en cambio lo hizo un presidente negro y carismático con toda su familia.
Tenemos mucha gente importante que no está preparada para lo que viene.
El presidente de EE.UU. hizo gala de comunicación política. Nosotros vimos en la tele no los méritos del otro, sino las deficiencias propias. Mientras algunos despotricaban contra el marketing político  en nuestros medios, yo rezaba para que aprendieran algo de él en cuanto a forma política. Con el POTUS vinieron cientos de personas, muchos de ellos empresarios interesados en la isla. Le dedicó un tiempo valioso a los emprendedores, jóvenes en su mayoría. No hay duda que estos  últimos serán parte de los cambios que sobrevendrán pero ¿se les quiere convertir en grupos de presión política? ¿Es de interés nacional tener un sector económico dependiente de la economía estadounidense?

Una de las mayores ventajas que tiene el proyecto cubano en comparación a sus homólogos de izquierda en el continente, es la ausencia de una burguesía con conciencia de clase. ¿Iremos gustosos a la construcción y fomento de los nuevos ricos? En décadas pasadas logramos distribuir con cierta equidad la riqueza nacional sin poder eliminar totalmente diferencias sociales que hoy amenazan convertirse en clases. ¿Le interesa a Obama que el país crezca económicamente y las familias de todos los barrios prosperen o solo le interesa un grupo que sea utilizable políticamente? El dinero está llegando de EU, parece concentrarse en algunos barrios y ciudades pero apenas salpica a los que no tienen capital para invertir o sufren fatalidades geográficas.

Otro punto de interés fue Internet y las nuevas tecnologías. ¿Por qué se interesa más el POTUS en la información que llega a los jóvenes en vez de los lápices y libretas en las escuelas? Cuba solo necesita que la dejen ser, sin segundas intenciones ni miradas paternalistas. Ya tenemos suficientes problemas propios, que no dependen del bloqueo, para estar ocupados con otros de fabricación foránea.

En un contexto de no-hostilidad con EE.UU. la sociedad civil del país deberá exigir las libertades sacrificadas por las circunstancias que algún funcionario pretenda limitar.
Escuché a Obama hablando a la sociedad civil en un discurso marcado por el carisma y las omisiones.
Lo más importante quizás fue notar el camino escogido hacia la empatía de los cubanos:el nacionalismo martiano. La Revolución cubana fue primero nacionalista que ideológica, un resorte que no ha cambiado con las nuevas generaciones.

El POTUS no puede escapar de su circunstancia, aunque el tema Cuba pueda ser una inversión estratégica para su partido, en realidad se lo cree. Da la impresión de ser hombre de familia, de valores similares a los nuestros que en otro contexto sería nuestro amigo sin pensarlo. Si algo he aprendido hasta hoy es que la vida es más rica que las ideologías. Con grandes amigos en la socialdemocracia y enemigos en mi propio partido, se aprende que los valores son el bien más universal. Ya las discrepancias vienen en cuanto a la forma de convivencia y organización social.

Ese día en el teatro había Internet gratis, un lujo atípico que debería ser norma. Cuando acabó todo me marché impresionado por el dispositivo de seguridad, el no estar acostumbrado a tanta presencia policial quizás sea uno de los mejores valores que me enseñó mi país. El regreso a casa fue agridulce, se siente que el barco ha tomado impulso y las ruedas de la historia han echado a andar sin detenerse. Voy a recordarle al panadero que los Rolling Stones tocan el viernes, no es que los yanquis vengan llegando, es que ya están aquí.

Tomado de El Toque

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